El sótano del Popócatl es un paraíso para todo explorador
- MIRA VERACRUZ
- 5 nov 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 30 abr 2020
Por: Nadia Mota González / Facebook e Instagram: DesafioTurismoAventura
Fotografías: Nadia Mota González
Explorar maravillas naturales en la sierra de Zongolica, en Veracruz, es realmente
excepcional por sus paisajes montañosos donde encontramos gran diversidad de
cascadas, ríos, grutas, cuevas, barrancos y sótanos. Pero entre todos estos, uno de
los lugares más bellos es sin duda el sótano de Popócatl, un gran hueco de casi 50
metros de diámetro y 75 metros de profundidad, formado con el paso de los siglos por
la cascada del río Cóatl , que ha excavado hasta perderse dentro de las entrañas de la
tierra. En este escenario se realiza el Espeleismo, una actividad que consiste en explorar
cavidades subterráneas con fines lúdicos y deportivos, junto con la Espeleología que
comprende el estudio de estas formaciones y cavernas por exploradores cientificos.

Para la exploración en estas formaciones, se requieren guías especializados con
equipos de descenso: casco, linterna frontal, ropa resistente, botas de goma, carretes
y cinta, además del equipo específico para técnicas de rapel para descender y ascender
al fondo del Popócatl frente a la majestuosa cascada. El descenso en rápel consta de
dos segmentos: el primero son 25 metros sobre una pared de piedra y el segundo es un
rápel libre de 35 metros, que conforme vas descendiendo, se puede sentir la energía de
la cascada que en temporada seca es como una suave brisa pero en lluvias tiene la fuerza
de una tormenta.

Una vez que termina el rápel, se continúa el recorrido a pie hasta la cueva, acompañado de
lámparas, por donde entra el río que tiene una altura aproximada de 30 metros y se puede
caminar en ella hasta 100 metros. Al fondo, el río forma una poza y se pierde en un sifón
impresionante que continúa su ruta subterránea para resurgir en otra localidad cercana.
Para salir es necesario ascender por las mismas cuerdas con que se bajó, aunque la técnica de
asenso puede resultar un poco cansada, en unos 15 minutos estás nuevamente en la entrada
de este magnífico sótano. Se recomienda realizar esta actividad en temporada que no sea de
lluvias, pues cuando llueve demasiado se incrementa el nivel del agua al fondo, llenando por
completo y causando un impresionante espectáculo que no es propicio para acercarse al sitio,
por lo que los mejores meses para llevar a cabo este recorrido son de noviembre a mayo.
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